El Juez Segundo Penal Municipal con control de Garantías de Barranquilla cobijó con medida de aseguramiento en centro carcelario a los patrulleros Romario Andrés Pérez Villanueva, Jhon Fredy Núñez Benítez y Kelvin Andrés Orozco Fong, y el teniente Holmes Eduardo Villani Bolaños luego de que la Fiscalía le imputara cargos por presuntamente estar implicados en el robo de una casa de cambio el pasado mes de septiembre en la calle 76 con carrera 48, en el norte de Barranquilla.

"El pasado 16 de septiembre, los uniformados ingresaron a una casa de cambios con el pretexto de realizar un control aduanero y de contrabando", precisó la Fiscalía.

Al parecer, los uniformados posteriormente ingresaron a un negocio de al lado de la casa de cambio y de allí sustrajeron 4 mil dólares que corresponderían a actividades de cambio de divisas del local dedicado a esta actividad.

"De acuerdo con las denuncias recibidas, el 29 de julio del año en curso, los policías, al parecer, usaron la misma modalidad para entrar a un almacén de zapatos, retener al dueño y obligarlo a que les entregara 150 millones de pesos y mercancía", precisó la Fiscalía.

Por estos hechos, un fiscal de la Estructura de Apoyo (EDA) de la Seccional Atlántico imputó a los funcionarios los delitos de concierto para delinquir,secuestro simple, hurto calificado y agravado, abuso de función pública y peculado. Los procesados no aceptaron los cargos.

Hay que recordar que el teniente Villani se encuentra detenido en la Cárcel de Facatativá por otro proceso que tiene en su contra en la Justicia Penal Militar por no obedecer a sus superiores.

Desde esa cárcel, el policía se conectó a las audiencias por el robo a la casa de cambio.

Los otros tres patrulleros fueron capturados mediante orden judicial en Barranquilla.

También vale recordar que el Juez Primero Penal Municipal con control de Garantías que estaba cargo de las audiencias preliminares se declaró impedido para tomar una decisión si enviaba a prisión o no a los policías tras un rumor que surgió que supuestamente le estaban ofreciendo dinero a él y al secretario de despacho para tomar una decisión de no enviarlos a la cárcel.

En audiencia,  el juez dio a conocer esta situación y precisó que esto originó rabia e indignación porque este tipo de rumores estaban manchando su buen nombre y proceder en la administración de justicia. 

Ante esta situación, el juez se declaró impedido en tomar una decisión porque ya no la tomaría bajo el direccionamiento de imparcialidad.

Por esta razón, el Juez Segundo tomó todo el material probatorio que tenía la Fiscalía y fue el que decidió.